Todas en algún momento terminamos en algún lugar al que no quisimos llegar en un principio, por causa de nuestras decisiones. Por algún motivo en el camino pensamos que tenemos una mejor dirección que aquella a la que Dios nos está guiando, o incluso evitamos buscar el plan de Dios porque tenemos temor que no esté de acuerdo con los planes que nosotros tenemos.
En cualquier caso, tenemos la libertad de hacer nuestros planes y hacer nuestro propio camino, sin embargo, no podemos evitar las consecuencias de ir en contra de su voluntad.
Cuando estamos en el fondo del abismo o justo en el lugar en el que no queríamos estar pensamos: “¿ahora cómo regreso? No merezco que Dios me perdone o me salve de esta situación si en un principio sabía que estaba yendo en contra de su voluntad” Y ese tipo de pensamiento es el que el enemigo usa para engañarte y hacerte creer que Dios no es lo suficientemente misericordioso para estar allí, en medio de tu propia oscuridad.
Cuando estés en esta situación en la que tienes temor de volver a Dios, acusada por tu propia consciencia de haber tomado una decisión equivocada, recomendamos puedas hacer lo siguiente:
1.- Tener un tiempo de intimidad con Dios:
Prepara un espacio privado donde puedas tener una conversación sincera con Él, donde puedas desahogarte, hablarle de tus pensamientos, situación, anhelos y desilusiones. Créeme que no hay nada que puedas decirle que le sorprenda o le enoje, ¡Él ya lo sabe todo de ti! Y el hecho que des el paso de tener un tiempo con Él demuestra tu deseo sincero de regresar a su camino.
El Señor es clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor. No sostiene para siempre su querella ni guarda rencor eternamente. No nos trata conforme a nuestros pecados ni nos paga según nuestras maldades. Salmos 103:8-10
2.- Identificar las decisiones equivocadas y tomar los aprendizajes:
La reflexión es clave en el proceso de querer regresar al camino de Dios. Porque, ¿qué ganamos con pasar la página y seguir adelante, si no nos damos el permiso de aprender de nuestro pasado para no repetir los errores en el futuro? Si no usamos nuestro pasado como fuente de aprendizaje y sabiduría para el futuro, estaremos condenadas a repetir nuestros errores cada vez.
De hecho, todo lo que se escribió en el pasado se escribió para enseñarnos, a fin de que, alentados por las Escrituras, perseveremos en mantener nuestra esperanza. Romanos 15:4
3.- Arrepentirnos y elegir oír a Dios:
El arrepentimiento implica reconocer que nuestras decisiones no solamente nos hirieron, sino que hirieron el corazón de Dios, requiere de nosotros pedir y recibir el perdón de Dios y a la vez decidir buscar su dirección para el futuro. Sus planes siempre son mejores que los nuestros, si podemos guardar esto en nuestro corazón elegiremos siempre buscar su voluntad.
Si afirmamos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no tenemos la verdad. Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad. 1 Juan 1:8-9
Si se conducen según mis estatutos, y obedecen fielmente mis mandamientos, yo les enviaré lluvia a su tiempo, y la tierra y los árboles del campo darán sus frutos. Levítico 26:3-4
Dios anhela entregarnos sus tesoros y hacer en nosotros su voluntad. No fuimos creadas para destruir nuestras vidas o vivir de una manera vacía, sin rumbo, sin dirección o propósito. Si fuimos diseñadas de forma que nuestras huellas dactilares son distintas a las de todos los demás, ¡cuán especial sería el plan de Dios único para nuestras vidas! Sería muy triste que perdiéramos nuestras vidas haciendo algo que destruya el plan de Dios.
¿Y qué pasa si estoy clara en seguir la voluntad de Dios y no sé cuál es?
Por otra parte, están también quienes tienen dudas y no saben si el camino que están tomando es el que Dios desea. No tienen claro, ya que no escuchan un claro SI o NO de parte de Dios y eso les hace postergar el siguiente paso.
Para saber si la decisión que vas a tomar está de acuerdo con la voluntad de Dios, debería pasar por los siguientes filtros:
1.- No contradice la palabra:
Si no existe una palabra que claramente afirma que va en contra de los mandatos de Dios, es algo positivo.
2.- Tus consejeros sabios están de acuerdo:
Hacemos hincapié en sabios, con la sabiduría que viene de Dios. Debes tener cuidado con las personas que den respuestas emocionales, o consejos con fines egoístas. Los mejores consejeros oran por ti, escuchan de parte de Dios su dirección para tu vida y la comparten contigo con amor.
3.- Sientes paz con la decisión:
Incluso cuando es una decisión que puede dar temor, si tienes certeza de que todo saldrá bien, muchas veces es la paz que te entrega Dios para que sigas adelante.
Es importante que sepas, que aun cuando la decisión que tomas pase por estos 3 filtros y te sientas confiada en que es la voluntad de Dios, esto no implica que el camino será de rosas. Sé consciente que las dificultades no son castigos de parte de Él porque “nos equivocamos”, sino experiencias que también son parte de la travesía. Todo lo que sucede Dios puede utilizarlo para hacernos más parecidas a Él, por eso, aun cuando estés en el camino correcto, permite que Dios te moldee dentro de cada proceso que vivas en él.
Recuerda siempre: Dios es bueno ¡todo el tiempo! Y su voluntad es buena, agradable y perfecta.