Alguna vez te has preguntado qué harías si tuvieras la oportunidad de cambiar algo que pasó para mejorar tu presente. ¿Harías las mismas cosas de nuevo o tomarías un rumbo diferente?
Las redes sociales se han vuelto expertas en recordar lo pasado, las amistades, los momentos únicos, hasta momentos incómodos, pero graciosos (tampoco hablemos de cómo éramos); en especial las vestimentas y nuestras caras.
Lo cierto es que todos, en alguna medida, quisiéramos cambiar algo. Para algunos serían cosas sencillas, como un trabajo o una carrera universitaria; para otros representaría un trabajo o mudarse de vecindario; pero otro grupo quisiera olvidarse de esa pareja, de esa tonta decisión de pasarse los límites o de ese día oscuro en el que alguien invadió su espacio personal, acabando con sus sueños y metas en la vida.
El poder de cambiar no se encuentra en el pasado, está en el presente y comienza con decisiones.
Tal vez sientas que no tienes las fuerzas para salir adelante, que ya estás muy metido en el asunto; quizás hasta pienses que es todo tu culpa. Pero te digo algo, para Dios no hay imposibles.
He aquí yo hago cosa nueva; pronto saldrá a la luz; ¿no la conoceréis? , otra vez abriré caminos en el desierto y ríos en la soledad, Isaías 43:19.
Dios está interesado en sacarte del lugar en el que te encuentras, en la depresión que te ha estado consumiendo, en el sentimiento de culpa que te ha rodeado e incluso de esa falta de propósito y deseo de vida, pero no cambiando tu pasado; algo así lo haríamos nosotros, pero Dios No. Él se interesa tanto por nosotros que está mirando más allá del pasado para ver el futuro.
Por esto me despido diciéndote que no te quedes mirando lo que pasó y pudo haber sido. Levanta tu mirada, y confía en el Dios que puede hacer las cosas nuevas, en el Dios que es capaz de llevar tu dolor o tus cargas, en el Dios que puede ser tu ayudador, en ese Dios que dio su vida por ti y que está dispuesto a cambiar tu futuro.
Mensaje original tomado del blog de la Fundación Juventud, Sexo y Relaciones, un movimiento que busca promover valores y principios basados en la palabra de Dios en la vida del joven adolescente y joven adulto. Su base está en Maracaibo, Venezuela.