Creo que todas soñamos, alguna vez, con encontrar ese príncipe azul que sea el amor de nuestra vida. Aún recuerdo cuando tenía 16 años e iba a entrar a la universidad, en esos días encontré a un chico que fue mi vecino años atrás y no veía desde que éramos niños, al verlo de nuevo confieso que me flechó, sin embargo, tan solo semanas más tarde me enteré que era novio de la chica de la esquina. Primera decepción.
Recuerdo que por aquella época, todas mis amigas tenían novio y las que no, conseguían uno, y yo seguía sola. Me sentía decepcionada, quizás por la ausencia de mi padre, buscaba equivocadamente cubrir ese vacío con el amor de algún chico. También recuerdo que con el pasar del tiempo, hubo una época en la cual llegué a pesar menos de 50 Kg, cuando mi peso ideal es 57 Kg, me sentía deprimida y sola, los jóvenes que aparecían, se convertían en sapos instantáneamente al darme cuenta que solo buscaban pasarla bien y no un amor genuino. ¿Qué había de malo en mí? me preguntaba a menudo.
Sin embargo, no fue hasta que decidí buscar de Dios con un corazón dispuesto, que las cosas comenzaron a funcionar. Después de buscar por tanto tiempo un «príncipe azul» con mis propias fuerzas, fue Dios quien se encargó de ordenar las cosas y finalmente me presentó al verdadero amor. De hecho, ese chico, no solo se convirtió en mi novio, sino que me ayudó a acercarme más a Dios y hoy en día es mi esposo y mi mejor amigo. Definitivamente, los planes de Dios son perfectos.
Quizás allá afuera hay miles de chicas como yo en ese entonces, que se se sienten solas en este momento, o que estén buscando ese «príncipe azul» porque creen que eso va a llenar sus vidas y a satisfacer su necesidad de sentirse amadas. Mi consejo es que, primeramente, dejen de buscar satisfacción e identidad en fuentes externas, especialmente en otras personas, ya que la desilusión con frecuencia causa retiro, aislamiento y soledad. Si tú eres una de ellas, lo mejor que puedes hacer es abrazar la voluntad y el plan de Dios para tu vida, deja que Él llene ese vacío y esa falsa sensación de soledad. Deja que tu provisión venga de Él y espera pacientemente, porque Él te bendecirá en el momento preciso. Él hará aparecer a esa pareja ideal que estás buscando.
Querida amiga, Dios te dice en este momento: «Cuando envíe a la persona que diseñé para ti, entenderás porqué te hice esperar, tus expectativas eran muy bajas para lo que yo quería regalarte»
Tu Padre que te ama.