Es un día rutinario en el campus y estás en medio de una clase de fotografía, totalmente sumergida en tus pensamientos. Mientras analizas cada detalle de lo que te rodea, meditas en lo imperceptible que puedes resultar para el resto del mundo… Conforme pasan las horas te das cuenta de que el día no mejorará; pero como si de una película se tratase, todo cambia cuando de manera extraña descubres que por alguna razón tienes el poder de retroceder el tiempo, cambiar tus decisiones, las consecuencias de tus actos y reescribir el presente. ¿Puedes imaginarlo? En definitiva, ¡la vida sería extraña si esto fuera posible!
Así empieza la historia de Max Caulfield, la protagonista de Life is Strange, el último videojuego que mi hermano y yo nos dedicamos a completar, y que justificó las ojeras que lucimos por cada noche que amanecimos, envueltos por completo en la trama.
Nuestra protagonista, Max, es una estudiante de fotografía que regresa a Arcadia Bay, su pueblo natal, después de un período de ausencia, y al intentar ayudar a una vieja amiga, Chloe, descubre su capacidad de retroceder el tiempo y afectar el pasado, presente y futuro; pero no todo es tan genial como se lee. Sin importar lo que decidas, cada acto acarreará consecuencias –algunas inmediatas, otras a largo plazo– y las acercará hacia un desenlace que te confrontará.
Desarrollado para PlayStation 3, PlayStation 4, Xbox 360, Xbox One y PC, Life is Strange es un videojuego creado por DONTNOD y ampliamente aclamado por la crítica. Está compuesto por cinco episodios lanzados a lo largo del 2015, caracterizados por su fácil jugabilidad –en tercera persona– y complejidad en la secuencia, pues, el rumbo que toma el juego dependerá de tus interacciones y de cada decisión que tomes, las cuales te llevarán a finales alternativos.
Algunos opinan que Life is Strange es “el efecto mariposa” hecho juego. Pero para evitar los spoilers, me limitaré a decir que este videojuego consta de un concepto único y personalidad propia; sus ilustraciones son geniales y es sumamente fácil identificarse con cada personaje.
Además, cuenta con un soundtrack indie imperdible y muy acorde a la trama. Sin embargo, lo que verdaderamente me impactó de Life is Strange fue la capacidad de transmitir emociones y los innumerables detalles escondidos –aunque prescindibles para completar el juego– que merecen la pena encontrar.
Un punto en contra sería que el videojuego no está doblado al español. Se encuentra disponible solo en inglés y tampoco posee subtítulos en castellano, por lo que se hace indispensable cierto manejo del idioma para emprender esta aventura interactiva plagada de narrativa –su mayor fuerte–. Sin embargo, se prevé que para este año se incluyan los subtítulos en nuestro idioma como contenido adicional.
Se trata de una historia lenta, intensa y emotiva que te enganchará por completo. Es la amistad imperecedera de dos chicas desde una perspectiva sublime, pero a la vez sombría y muy reflexiva, que te llevará a meditar en el poder que encierra cada decisión y en tu capacidad para elegir y afrontar las consecuencias.
