Darse por vencida o «tirar la toalla» es uno de los males que comúnmente nos ataca. Y es que ¿quién no se ha sentido sin fuerzas para continuar en algún determinado momento de su vida? Que se los digo yo, que he dejado un montón de cosas a la mitad cuando se presenta algún «obstáculo».
La contrariedad no es una piedra en tu camino. Depende de ti transformarla en un escalón que te permita subir más arriba. – Franco Molinari
En ese momento, es normal cuestionar nuestras capacidades para hacer o alcanzar una meta, además de que siempre tendemos a compararnos con otras personas.
Amigas, la vida de cada ser humano que habita este planeta es diferente, nadie vive bajo las mismas circunstancias, por lo que es evidente que no es válida ninguna comparación que hagamos, ya que somos seres diferentes, que pensamos diferente y hemos tenido una vida llena de oportunidades y vivencias distintas.
Lo correcto en este caso sería compararnos con nosotras mismas, mirar hacia atrás, ver nuestra evolución en el tiempo, sonreír, tomar impulso, levantarnos y seguir hacia adelante.
Sin embargo, muchas veces el problema se presenta debido a la influencia de otras personas en nuestras vidas, en especial si esas personas son seres queridos como padres, hermanos, pareja o amigos. Lamentablemente, estas personas, sin querer, en ocasiones, más que ayudarnos nos desaniman, no porque quieran hacernos daño, sino que su visión de las cosas es limitada para el momento.
Muchas veces he sido victima de los consejos «realistas» de algún ser querido, y esto francamente me ha paralizado por completo, en otras ocasiones he sido yo la «realista» que he frenado a algún otro. Esto es inevitable.
Por ello, es necesario que aprendamos a diferenciar entre un comentario realista y otro negativo, de esta manera estaremos preparados para saber enfrentar cuando uno de estos llegue a nuestros oídos; en especial, si viene de algún ser querido.
Una cosa es cierta, nuestros amigos o familiares aunque nos aman, no siempre tienen la razón, y si ya estamos claros de que el lograr determinada cosa nos hará sentir de alguna manera satisfechos en algún área de nuestras vidas, debemos ir por ello, sin importar el qué dirán, siempre y cuando sea para algo positivo en nuestras vidas.
Un optimista ve una oportunidad en toda calamidad; un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad. – W. Churchil
Otra cosa que nos tiende a «frenar» es nuestra percepción del mundo exterior, quizás por la falta de algún recurso. Sí, es cierto que la economía no está bien a nivel general, pero esto no puede convertirse en una excusa para no lograr nuestras metas. Muchas veces las cosas más imposibles se hacen posibles a pesar de malas economías, es cuestión de tener fe y usar nuestra creatividad.
«El activo más poderoso con el que contamos es nuestra mente» – Robert Kiyosaki