Cómo olvidar a alguien que te gusta y no te corresponde…
¡Vaya, esa es una pregunta difícil que amerita una respuesta profunda! Si has googleado algo por el estilo y has llegado hasta aquí, puedo intuir que no la estás pasando muy bien. Lo sé, porque también pasé por ello.
Antes de entrar en materia y darte algunos tips y protocolos de supervivencia, quiero aclarar, desde ya, algo que creo imprescindible: no estamos diseñados para olvidar. «¿Qué? ¿me estás diciendo que nunca podré olvidar a esa persona que quiero? ¡que estoy condenada a sufrir por el tormento de un amor no correspondido!». Calma, no estoy diciendo eso. Solo aclaro que, al menos que suframos algún tipo de demencia como amnesia, no olvidamos las cosas, solo podemos sanarlas, canalizarlas y gestionarlas en el mejor de los casos.
Una vez dicho esto, y para que tengas total confianza de que estas líneas son algo más que un par de consejos sacados de un libro de autoayuda, quiero contarte un poco de mi historia y de algunas prácticas que me ayudaron a olvidar a alguien que me gustaba mucho (Bueno, no a olvidar, a dejar atrás y seguir con mi vida).
Cómo olvidar a ese amor
Tenía 21 años y creí haber conocido a mi media naranja, al príncipe azul, al futuro padre de mis hijos. Todo iba bien, al menos en mi cabeza, pero al pasar de los meses sentía que los coqueteos, las atenciones y la antesala a lo que sería un noviazgo soñado, se quedó solo en eso: ¡en algo que nunca terminaba de pasar!
Quisiera decir que fui rápida y que entendí las señales a tiempo, pero no. Me empeñé, como si se tratase de mi propósito de vida, en convencerlo de que yo era la persona indicada para él, quien podía salvarlo de todas sus dudas y quien tarde o temprano le haría comprender que estábamos destinados a estar juntos. El resultado fue bastante desalentador, por no decir perturbador: tres años de malabares y maniobras peligrosas que ni me acercaban a él, ni a mí, solo al abismo.
Un día, que ni siquiera recuerdo por qué discutíamos ni qué fue lo que detonó el adiós de esa relación que ni siquiera empezó, tuve la determinación de decir: «¡No más!». Lo sorprendente es que eso había pasado tantas veces antes, pero esa vez, tanto él como yo, tuvimos la fuerza para desatar ese cordón que nos unía en un vaivén que no tenía ni ton ni son.
Si lees muy por encima puedes aventurarte a decir: «Laura, pero al menos a ti te correspondieron, a mí ni me voltearon a ver» a lo que te respondería de forma inmediata: «aquí es donde te equivocas». Un amor correspondido amerita más que una atracción correspondida, amerita que las dos personas quieran comprometerse a construir algo en común. Es más, profundicemos un poco más el asunto, la decisión de olvidar a alguien no necesariamente tiene que estar condicionada por si esa persona te corresponde o no, porque te puede corresponder, ¿pero te corresponde bien?
Sea cual sea tu caso, olvidar a alguien que que te gusta y no te corresponde o más bien olvidar a alguien que quieres mucho y sí te corresponde, pero que te hace daño, conlleva una serie de decisiones que, no te miento, te dolerán mucho, pero que finalmente te harán libre y sana para vivir y amar mejor.
Cómo olvidar a alguien sin morir en el intento
Aquí te cuento algunas cosas que aprendí hace unos años:
En el amor no siempre 2+2 es 4
A veces nos enganchamos a la posibilidad de una relación porque pensamos que esa persona tiene todo lo que queremos, necesitamos, soñamos. Decimos: «esa es la persona indicada, es que cómo no, si tenemos todo para lograrlo». El asunto es que el amor es un poco más complejo, no es tan sencillo como una simple suma. Y si no calza, no te corresponde, no fluye, lo mejor es no forzar.
Toda pérdida es un duelo
«Bueno, Laura, quizás estás exagerando», «es que ni siquiera fuimos pareja», «solo estuvimos unos meses», «duramos un tiempo, pero nadie murió». Aclararé esto de una vez: toda pérdida es un duelo. Incluso si no empezaste una relación, has perdido algo: la idea de tener un futuro junto a esa persona. Cuando entiendes que pasas por un duelo y lo atiendes como tal, tienes más probabilidades de sanar y liberarte del dolor. Si quieres saber un poco más sobre las etapas del duelo, este artículo te puede ayudar.
Asume tu responsabilidad
Lo peligroso de quedarte enganchada mucho tiempo en un amor no correspondido es que en esa búsqueda de que te corresponda, puedes perderte rápidamente. Una de las verdades que más me costó entender es que no se trataba de todo lo que di y él no supo valorar, se trataba de entender por qué estuve dispuesta a dar tanto sin nada a cambio y por qué convertí mi existencia e identidad en un «mírame que aquí estoy».
Reconstruye tu identidad
Uno de los pasos más importantes en esto de cómo olvidar a alguien, requiere que reconstruyas tu identidad y tu relación contigo misma. A medida que te ames más y mejor, te resultará más sencillo bajar del pedestal a esa persona y darte cuenta que por muy maravilloso que sea, jamás será suficientemente bueno para ti si no te corresponde.
Enfocar todos tus esfuerzos en conectarte nuevamente contigo, en lo que te gusta, en lo que quieres, en lo que esperas de una relación, es un gran ejercicio que te ayudará poco a poco a superar el pasado.
Una buena forma de hacerlo es encontrar un pasatiempo que te guste, aprender algo nuevo, implementar rutinas de autocuidado, reconectar con viejas amistades, ¡invertir en ti!
El tiempo por sí solo no hace nada
Si sientes que ha pasado mucho tiempo y sigues enganchada en el sentimiento, lo mejor es buscar ayuda espiritual y/o profesional. Es mentira que el tiempo lo cura todo, el tiempo sin intención y sin propósito, es solo un número tachado en el almanaque. Busca ayuda, muchas veces el seguir anclada a esa posibilidad o al dolor que genera es solo la punta del iceberg, hay que tratar todo lo que está debajo
Corta todo vínculo
Sé que es duro, pero créeme, estar pendiente de sus publicaciones en redes, de si está o no en línea en el WhatsApp, el frecuentar lugares en los que sabes te puedes tropezar con él, ¡no ayuda!
Si te ves muy tentada a permanecer en contacto con él, lo mejor es cortar toda posibilidad de raíz, no es inmadurez emocional, ¡es guardar tu corazón!
Bájalo del pedestal
Leí hace poco Mujeres que compran flores de Vanessa Montfort, me encantó una frase del libro: «No se puede guardar luto por un dios, solo por un ser humano» y recordé automáticamente lo que decía la psicoanalista Mariela Michelena en su libro Mujeres malqueridas sobre cómo convertimos a nuestra pareja en un semidios y lo dotamos con un sinfín de características que no corresponden en la realidad, cuando nos relacionamos desde la carencia. En otras palabras, nos inventamos a un hombre que existe solo en nuestra mente y al ser tan perfecto, termina siendo difícil de olvidar, de reemplazar, de decirle adiós.
