El revuelo de las fotografías sin edición de Cindy Crawford y Beyoncé…
¡Wow… qué impacto! No salgo de mi asombro, en verdad me sorprendí, aunque la verdad era de esperarse, y sigo haciéndome preguntas con relación a ello… Sí, fui de esas que se impactó. ¡Vaya cambios! Y me refiero a esos cambios y giros que hemos dado como sociedad, qué doloroso leer tantos comentarios despectivos, y ofensivos basados en quimeras. Me pregunto ¿qué esperaban?, entonces me queda claro que quienes critican de esta forma tan ruda son el reflejo de la sociedad, esa que hace muchísimos años vendimos a un par de firmas que nos dijeron qué hacer y cómo lucir, y que han estado bombardeándonos con “medidas y rostros ideales” que no son más que fantasías.
He leído y escuchado muchos comentarios destructivos, una de las frases que más impacto causó y se propagó fue “sin photoshop no hay paraíso”, ¡qué superficialidad, en qué nos hemos convertido! permítanme decirles que la vida real viene sin photoshop, pensar que el mundo del espectáculo es real solo habla de nuestra poca visión, el espectáculo es un entretenimiento, una exhibición, creaciones basadas en parámetros para el marketing, y nosotros como sociedad nos hemos convertido en compradores de irrealidades. Hemos sido invadidos y contaminados por la belleza inexistente; yo no vengo a salvar a Beyoncé ni a Cindy, yo vengo a favor de todas las mujeres reales, las reversibles, las mortales, y sigo empeñada en devolverle a la sociedad la sensibilidad y el realismo que ha perdido…
Eso que llamo belleza…
Hablando con un par de chicas sobre esto, me preguntaron qué era para mí la belleza y si me considero bella, a lo que respondí: “claro que soy bella, dentro de mi subjetividad lo soy, y eso es lo que pasa con todos, la belleza es cambiante, depende de cada uno, cuando vives la realidad y entiendes la suspicacia de los estereotipos” – Me miraron con cara de “eres rara”, pero desde que tengo memoria he sido la rara de la familia, jajaja, así que no tengo problema con eso. Creo que la belleza va más allá de lo visible, es una mezcla de cualidades.
Photoshopiándonos el alma…
Entre tantos comentarios, pensé que, estamos tan acostumbrados a vivir de apariencias que vivimos “photoshopiándonos el alma” en redes sociales y todos nos dan un like, y eso tiene que ver con el miedo al rechazo, al no encajar, al mostrarnos vulnerables, al ser juzgados por otros… podemos estar muriendo por dentro, pero posteamos lo contrario, podemos tener el mundo encima, pero se viene la selfie y maniobramos para posar con nuestro mejor perfil… y déjenme decirles que “con vanidad no hay paraíso”.
Esto me hizo recordar al sabio Salomón: “Todo es tan tedioso, imposible de describir. No importa cuánto veamos, nunca quedamos satisfechos. No importa cuánto oigamos, nada nos tiene contentos. (Eclesiastés 1:8)
Reflexión
Veamos la vida sin photoshop, no venimos con defectos de fábrica, esos “defectos estéticos” han sido establecidos por el hombre. Y me pregunto ¿qué vale más… una pintura de Da Vinci o la de un desconocido? ¿Lo creado por Dios o lo establecido por el hombre?
Así que…
¡Eres bella, firma aquí!
