Me casé hace unos 4 años. Duré 1 año organizando mi boda y, sin duda, disfruté tanto el proceso como el evento. Por supuesto, en todo ese viaje aprendí ciertas cosas que me gustaría compartir con ustedes. Decisiones que definitivamente fueron las mejores, y otras que no tanto:
- No invites a todos los que conoces, invita a tus verdaderos amigos
A veces nos imaginamos una boda estilo Kardashian, llena de lujos y un público que está anonadado viendo todo lo que acontece. Queremos ver ese montón de gente y decirle implícitamente “¡Jah! Triunfé”. Perdemos el verdadero significado de este acto. Olvidamos que lo que significativo es decir ante Dios y ante las personas que realmente amas que asumes un compromiso de amor con tu compañero de vida.
Solo tus amigos reales van a apreciar y valorar ese momento. Las personas que solo te conocen y no son tus verdaderos amigos, pueden resultar en los más expertos críticos de canal E! y no queremos eso.
- Ten un comité organizativo externo
Contrata un equipo de protocolo ajeno a tu círculo de amistades. Tus amigas van a querer ayudarte, pero NO te recomiendo dejar la organización en manos de ellas. Son tus amigas, y están en una fiesta, TU fiesta, van a querer disfrutar del evento y, créeme, se les van a olvidar, aunque no sean sus intenciones, detalles que para ti son de suma importancia. Toda la organización que planearon puede irse al retrete bastante rápido. En cambio, para el equipo de protocolo este es su único objetivo y trabajo en el día, por lo que sería bastante difícil que algo de lo planificado salga mal.
- Ahorra: Haz una lista de las cosas que puedas hacer tú misma junto a tu grupo de amigas
Hay muchas cosas que puedes hacer tú misma con tu familia o amigas, solo necesitarás de ideas de Pinterest, tiempo y materiales. Detalles como las invitaciones, centros de mesa, arreglos, cajitas para los anillos y arras, photobooth, bouquet, entre otros, perfectamente puedes hacerlos tú misma y ahorrarte mucho dinero para dejarlo en cosas que te importen más como viaje de luna de miel, alquiler o compra del vestido perfecto, fotógrafo de boda que, por cierto, me lleva al siguiente punto.
- Contrata un buen fotógrafo
A veces, solemos pensar que esta figura no es tan importante, los invitados, amigos y cualquiera del evento puede tomar fotos. Sí, obviamente cualquier puede tomar fotos, pero, créeme cuando te digo que vas a querer recuerdos espectaculares de tu boda. Vas a querer hacer retratos, tal vez imprimir algunas fotos, hacer #TBT’s en Instagram y cómo cuesta si no tienes fotos perfectas si no solo intentos de fotografías con baja resolución, mala iluminación y mal encuadre.
- Disfruta el momento
Por más de que tengas mucho tiempo preparando un cronograma, organización, protocolo, actividades etc, y que creas que todo está fríamente calculado siempre puede ocurrir alguna eventualidad, algo puede salirse de orden. Si eso pasa, por favor ¡que no te afecte! Sé que siempre queremos que todo sea perfecto, pero ten en mente que más importante que el cronograma, que un adorno o que una actividad es el momento. Ese momento que no se va a volver a repetir; es único, vívelo, disfrútalo al máximo y que te resbalen todos los detalles que pudieron salir mal, al fin y al cabo, lo más importante es que estás rodeada de tus personas favoritos, del amor de Dios y de tu alma gemela. Es eso lo que debes celebrar.