En nuestro post anterior, Mitos peligrosos: Las peores mentiras que nos enseñan a creer (I), te presentamos algunos “principios sociales” que tienen la capacidad de afectar nuestro rumbo. Se trata de estructuras mentales a las que estamos expuestas y que creemos inofensivas, ¡pero no es así! Verás, estas no son más que mentiras diseñadas para apartarte de lo que Dios quiere para ti.
«Perdona, pero no olvides»
Esta es una mentira llena de pretensiones, pues la persona actúa como si la ofensa nunca hubiese sucedido, pero manteniendo al transgresor en su “lista negra”, y nada podría estar más alejado del perdón genuino que esto, así que ¡no nos engañemos!
El perdón verdadero nos permite recordar sin que nos duela, por lo tanto, podemos decir con certeza que el perdón no olvida; pero como podrás ver, eso de “no olvidar” no se refiere a un sistema de defensa o prevención –como muchos lo asumen– sino a soltar el resentimiento.
¿Qué dice la Biblia de esto?
“Quien perdona la ofensa, crea lazos de amor; quien insiste en ella, aleja al amigo”. Proverbios 17:9 (DHH)
“Sopórtense unos a otros, y perdónense si alguno tiene una queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes”. Colosenses 3:13 (DHH)
«Si es normal, está bien»
Esto es algo sigiloso, pero de gran auge. Verás, con el tiempo nuestras mentes –y por ende, nuestros pensamientos– se amoldan a lo que la sociedad define como “lo normal”, es decir, algo tan común que no produce extrañeza alguna, ¡y justo eso es lo peligroso del asunto! En el post Cómo mantener la integridad en tiempos de oportunismo explico mejor cómo lo común y lo correcto no siempre van de la mano en estos tiempos; para muestra, algunos ejemplos:
El auge del sexo prematrimonial, la infidelidad, la legalización de matrimonios homosexuales, el cambio de género, la legalización de drogas, el derecho al aborto y pare de contar, son varios hechos que ejemplifican la adecuación del pensamiento social a conductas que se han vuelto comunes, pero que desvirtúan por completo el propósito que Dios ha establecido para nosotras. En pocas palabras, si tu forma de pensar se basa en consentir lo que la mayoría de las personas acostumbra a practicar, probablemente estés confundiendo la libertad de Dios con el libertinaje.
¿Qué dice la Biblia de esto?
«No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto». Romanos 12:2 (DHH)
«Ser ambiciosa te hará llegar lejos»
Muchas personas ven la ambición como una cualidad que te permite aspirar más, y por ende, alcanzar mayores méritos. Sin embargo, la RAE, define la ambición como el “deseo ardiente de conseguir poder, riquezas, honores o fama”, es decir, que esta responde más a la necesidad de reconocimiento que a la pasión por hacer algo.
No sucumbas ante la ambición, pues esta puede cegarte y consumirte. Mejor ¡sé visionaria!, una persona visionaria es aquella que “se adelanta a su tiempo, o tiene visión de futuro” (RAE). Los visionarios son los que no se dejan llevar por la realidad del hoy, sino que se ven proyectados en un futuro tangible por medio de la fe.
¿Qué dice la Biblia de esto?
“¿Y qué beneficio obtienes si ganas el mundo entero, pero te pierdes o destruyes a ti mismo?” Lucas 9:25 (NTV)
«Solo se vive una vez»
Una invitación a vivir en pos del disfrute a pesar de los riesgos. Esto evidencia la negación de la realidad de la muerte por la búsqueda de evasiones y placeres que caracteriza al mundo actual. Ante este desenfreno vemos como muchas vidas se pierden a manos de la imprudencia, pues el llamado es a vivir como si nunca se tuviera que morir. Sin embargo, esto no garantiza la felicidad; bien lo explica Antonio Cruz en su artículo La tensión entre “vivir en” y “no ser” del mundo:
“Este no querer pensar en la finitud de la vida tampoco parece que haga más feliz al ser humano. Al contrario, lo incapacita para su existencia terrenal porque aprender a morir implica también descubrir el valor de la propia vida”.
¿Qué dice la Biblia de esto?
“Algunos de ustedes dicen: «Yo soy libre de hacer lo que quiera». ¡Claro que sí! Pero no todo lo que uno quiere, conviene; ni todo trae beneficio”. 1 Corintios 10:23 (TLA)
Por inofensivo que este tipo de cosas parezcan, la invitación es a mantenerte apercibida en tu andar diario y a cuidar lo que escuchas, recuerda que no todo consejo que recibas proviene de Dios; sin embargo, ¡camina confiada!, pues Él ya te ha dado una promesa: «Te guiaré por el mejor sendero para tu vida; te aconsejaré y velaré por ti». (Salmos 32:8, NTV)