Me confieso una fiel defensora de las redes sociales, la tecnología y el internet, simplemente me encanta el mundo 2.0, y para nadie es un secreto que éstas han transformado para siempre la forma en como nos comunicamos. Las redes sociales y el uso de smartphones abrieron fronteras, revolucionaron nuestro entorno.
Ahora las noticias las leemos en twitter en vez de leer el periódico, revisamos en Instagram antes de siquiera cepillarnos los dientes y seguramente tú tendrás una amiga o amigo que conoció a su pareja a través de Facebook o Skype.
Pero si bien es cierto que esto ha traído muchos beneficios para todos, también es cierto que detrás de estas grandes plataformas de comunicación, existen peligros de los que debemos advertir.
Debemos ser muy cuidadosas con lo que compartimos en internet
Hace poco leí un interesante artículo, en una página web muy conocida, que narraba la historia de tres jóvenes que se habían quitado la vida por causa de la presión social y la vergüenza que habían sentido, luego de compartir con sus «amigos» un contenido «subidito de tono». Sorprendida continué investigando el caso, lo que a su vez me llevó a descubrir un término que hasta ese momento me era desconocido: El sexting.
El sexting, según la Wikipedia
Es un término anglosajón utilizado para referirse al envío de contenidos eróticos o pornográficos por medio de teléfonos móviles, una nueva tendencia que tristemente cada vez se hace más popular entre jóvenes y adolescentes. Pero, ¿cuáles son las consecuencias de compartir contenido de índole sexual a través de las redes sociales y chats de internet? ¿Qué pasaría si esa persona a quien le compartiste una foto íntima decide hacerla viral para ganar un beneficio de ello?
De lo anterior se puede derivar lo que hoy en día se conoce como «cyberbullying» o «ciber acoso», el cual no es más que el hecho de que alguna persona malintencionada, utilice esta información comprometedora que compartiste, para acosarte y amenazarte. La mayoría de las veces de forma recurrente y abusiva, o lo que se conoce mejor como «sextorsión», en la cual la situación se intensifica tanto al punto del chantaje o la extorsión, una forma de explotación sexual en la cual una persona es chantajeada con una imagen o vídeo de si misma en situaciones «subiditas de tono», que ha sido previamente compartida mediante sexting, con la intención de que la víctima acceda a pagar determinadas sumas de dinero al acosador, o peor aún, a tener relaciones sexuales con alguien, posar desnuda o grabar cintas para adultos, con tal y no sea difundido el contenido original.
Como puedes observar, caer en la sextorsión es un círculo vicioso del que difícilmente se puede salir ileso. Por eso, la mejor manera de prevenir estas situaciones es evitando caer en el sexting.
Evita ser víctima, dile NO al sexting
A continuación, quiero dejarte cinco consejos que podrían ayudarte a prevenir ser víctima del sexting o que te ayudarán a manejar adecuadamente alguna situación de este tipo:
1. No lo provoques: Para evitar caer en un problema, lo lógico es no hacer lo que ya sabes que te lo causará. Por tanto, no te hagas vídeos ni fotografías de índole sexual, ¡nunca! Tampoco provoques ni solicites a nadie que se haga este tipo de imágenes, aún cuando tú no pretendas hacer mal uso de ellas, pueden acabar en manos de otras personas sin querer.
2. No lo compartas: Si ya te has hecho fotografías o vídeos de contenido sexual o desnudos, lo mejor que puedes hacer es no compartir estas cosas con nadie. Bórralas y nunca más vuelvas a hacerlo. Cuando una imagen sale de tu celular, pierdes el control de lo que pasa con ella, nunca sabrás quién, cuándo y dónde la pueden estar viendo.
3. Respétate a ti misma: Es necesario que entiendas que la sexualidad de cada quien es un asunto privado. Algo que no debe compartirse con nadie que no sea tu pareja dentro del marco establecido por Dios, que es el matrimonio. Por lo tanto, ten un poco de respeto por ti misma y no reveles tu sexualidad a cualquiera. Las cosas como son, lo demás son simplemente engaños del mundo de hoy en día.
4. No seas cómplice: Si sabes de algún conocido o amigo que ha caído en el sexting: ayúdale, oriéntale y aconséjale para que deje de hacerlo; adviértele de los peligros a los que se expone y si su contenido ya ha sido publicado, no lo compartas, no te burles o te hagas parte del juego del acosador.
5. Si ya es demasiado tarde: Si has sido víctima de cyberbullying o sextorsión, lo primero que debes hacer es comunicar tu error a tus padres o a un profesional que pueda aconsejarte y ayudarte, evita a toda costa acceder a chantajes, en especial si se trata de forzarte a tener relaciones sexuales o a grabar más contenido sexual. No intentes manejar la situación por ti sola, busca ayuda.
Así que ya lo sabes, antes de colgar una imagen en la web, piénsalo.