“Dios no busca palabras perfectas ni personas perfectas. Él solo quiere nuestros corazones.” — Sheila Walsh, autora de Mujeres que oran
La escena puede parecer familiar: estás pasando por un momento difícil, sabes que deberías orar, pero las palabras no salen. ¿Qué digo? ¿Cómo lo digo? ¿Y si oro mal?
En su libro Mujeres que oran, Sheila Walsh se atreve a abordar la confusión, la frustración y la culpa que muchas mujeres sienten al intentar conectar con Dios a través de la oración. Lejos de fórmulas vacías o frases perfectas, propone una verdad esencial: orar es hablar con quien más te ama.
Este blog resume su propuesta en 5 pasos prácticos para comenzar —o reiniciar— tu vida de oración, incluso cuando no sabes por dónde empezar.
1. Comienza donde estás, no donde crees que deberías estar
Sheila lo dice sin rodeos: “La oración es simplemente hablar y escuchar al Único que está locamente enamorado de ti.”
No necesitas un vocabulario sofisticado, ni estar en “modo espiritual”. Solo necesitas estar dispuesta a hablar con un Dios que ya te está esperando.
📝 Consejo práctico: Si no sabes qué decir, comienza con una palabra: Jesús. Incluso un “Ayúdame” sincero puede ser una de las oraciones más poderosas (Salmo 18:6).
2. Dios no se intimida por tus dudas ni por tu silencio
Uno de los mayores obstáculos en la oración es el silencio de Dios. Cuando no sentimos respuestas, pensamos que algo anda mal con nosotras. Pero Sheila recuerda Romanos 8:26: «El Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras.»
Dios no necesita que hables perfecto. Necesita que seas honesta.
📝 Consejo práctico: En vez de fingir certeza, ora tus dudas. Escribe en un cuaderno todo lo que sientes y conviértelo en una oración. La vulnerabilidad no te aleja de Dios, te acerca.
3. Ora desde el dolor, no a pesar del dolor
En lugar de esquivar las emociones, Walsh invita a hacerlas parte de la conversación. Su experiencia con depresión clínica severa en 1992 fue un punto de inflexión: “Cuando ya no me quedaban palabras, estas tres cambiaron mi vida: ‘Ayúdame, por favor’.”
La Biblia está llena de ejemplos de personas que oraron desde sus peores momentos. Pedro lo hizo al hundirse: “¡Señor, sálvame!” (Mateo 14:30).
📝 Consejo práctico: Nombra tu dolor. Dilo como salga. El dolor no invalida tu fe; puede ser el lenguaje con el que más profundamente oras.
4. Cambia la idea del “lugar santo”: tú eres el lugar santo
En el intento por encontrar un “cuarto de oración” perfecto, Sheila terminó accidentalmente incendiando su devocional con una vela. ¿La lección? No es el lugar el que hace sagrada la oración. Es tu disposición.
Gracias a Jesús, tú eres el templo (2 Corintios 6:16). Dios te encuentra en el clóset, en el carro, en la fila del supermercado o mientras paseas al perro.
📝 Consejo práctico: Crea un “ritual realista”. Tal vez es tomar café con Dios en el jardín o escribir en una libreta 5 minutos antes de dormir. Hazlo tuyo.
5. Ora como eres, no como crees que deberías ser
Una historia del libro narra cómo algunas mujeres oraron en voz alta para que Sheila se vistiera “como cristiana”. Fue doloroso, pero también un parteaguas: se dio cuenta de que Dios no buscaba una versión editada de ella. Buscaba a ella.
📝 Consejo práctico: No dejes que experiencias religiosas te hagan desconectarte de la oración. Si alguien te hizo sentir inadecuada, recuerda Salmo 34:18: “El Señor está cerca de los quebrantados de corazón.”
A veces creemos que necesitamos estar bien para orar, cuando en realidad, es orar lo que nos ayuda a estar bien. Orar no es una tarea más en la agenda; es el respiro entre todo lo demás.
No necesitas palabras perfectas para comenzar a orar. Solo necesitas comenzar.
Si no sabes qué decir, solo dilo. Si estás herida, dilo. Si estás cansada, dilo. Si estás agradecida, dilo también.
La oración no es para las “mujeres espirituales perfectas”, es para todas. Como Sheila lo afirma:
“La oración no se trata de usar las palabras correctas; se trata de tener el corazón correcto.”
Sobre el libro:
Mujeres que oran, es un libro de la autora y conferencista Sheila Walsh. Combina experiencias personales, enseñanzas bíblicas y mucha humanidad para invitar a mujeres de todas las etapas de la vida a redescubrir el poder transformador de la oración.
Sobre la autora:
Sheila Walsh es autora superventas, conferencista internacional y presentadora de televisión. Con una voz honesta y vulnerable, escribe sobre fe, salud emocional y vida espiritual con profundidad y cercanía. Su libro Mujeres que oran ha impactado a miles de lectoras en todo el mundo.
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