¿Cómo orar por los hijos? Desde el momento en supe que estaba embarazada de mi primero hijo oré en el mismo instante pidiéndole a Dios que guardara este pequeño que estaba creciendo dentro de mí. Sin embargo, muchas veces me pregunté cómo debe ser una oración por los hijos para que sea efectiva.
Desde que sabemos que Dios nos ha dado la dicha de ser padres, crece un instinto en nosotros de amor y protección que jamás pensamos tener.
Al mismo tiempo viene a nosotros el temor de cómo nacerá, si vendrá con problemas, y luego de que nacen experimentamos un amor multiplicado a la máxima potencia, que se desborda en nosotros; sentimientos nunca antes vividos estimulados por una personita tan pequeña.
Y así iniciamos la maternidad, una experiencia locamente maravillosa ¿no?
En este artículo te quiero compartir 4 consejos de cómo debe ser una oración por los hijos para que sea efectiva y llegue al cielo:
Ora por tus hijos desde el inicio:
Hay algo que particularmente me pasó: yo solía pensar que orar por los hijos sería más que todo cuando estuvieran grandes, en la adolescencia, que es una de las etapas más difíciles.
Pero lo que me ha dejado mi experiencia, ahora que tengo a mi segundo hijo, es que debemos orar por ellos desde el momento en que sabemos que estamos embarazadas, ya que dentro de nuestro vientre ellos experimentan todo lo que como madres vamos viviendo, sea tristeza, felicidad, angustia, emoción.
Y todo eso se lo vamos transmitiendo a ellos, además de que debemos orar por su formación, que todos sus órganos y extremidades se formen correctamente, incluso que todo lo que nuestro cuerpo necesita generar para su perfecta formación, se genere.
2. Ora por su adaptación mes a mes, año tras año:
Cada mes o año ellos experimentan un proceso de adaptación a este mundo, cambios en su cuerpo y, aunque no lo creas, a Dios le importa este proceso que ellos viven, y nuestra oración puede hacer la diferencia.
Fue mi experiencia con mis dos hijos, yo oraba mucho por las tan famosas crisis de lactancia que ellos se suponía que vivirían, y muchas de ellas ni siquiera las noté porque mi oración tuvo efecto sobre ellos, incluso yo oraba hasta cuando tenían cólicos.
3. Ora por el carácter de tus hijos:
Cada niño tiene una personalidad y cualidades que se desarrollan a lo largo de su niñez. Es importante que como padres nosotros oremos por esas características de ellos que, a veces, pensamos que son malas, como por ejemplo, que tenga un “mal carácter”, que se “moleste muy rápido”.
Solemos ver eso como algo malo, sin embargo, nuestro deber es orar para que Dios ayude a nuestro pequeño a saber canalizar su carácter, sus emociones y esas características especiales que Dios depositó en ellos, porque tal vez ese “mal carácter” al saberlo canalizar con ayuda de Dios, podrá utilizarlo cuando esté grande para su liderazgo o en su profesión.
Dios nos llena de características para que con su ayuda nos sirvan para cumplir con nuestro propósito aquí en la tierra, y cada oración por nuestros hijos debe incluir que Dios tome el control en el modelado del carácter de ellos.
4. Ora por su niñez:
Considero que la oración por los hijos debe abarcar todo lo que tenga que ver con su niñez: por sus temores, por quienes que serán sus amiguitos en el kínder o escuela, sus maestras, ora por su salud, ora, incluso, en las noches con tus hijos antes de dormir, eso los hace sentir seguros y crea en ellos un hábito hermoso como lo es orar a nuestro Dios.
Enséñale versículos, invierte tiempo en eso, mientras los duermes ora a favor de ellos, porque la realidad es que Dios nos dio una autoridad especial a nosotros como padres sobre nuestros hijos.
Recuerda que la oración tiene el poder de transformarlo todo, y que no hay mayor inversión que nuestro tiempo en oración porque lo que sembramos orando y de rodillas, lo cosecharemos en alegría y satisfacción en nuestro Hijos.
No esperes a que crezcan, ora desde ya por tus pequeños, Dios está interesado en escucharte y cumplir.
Dios está interesado en cada oración por los hijos de cada mujer que dobla rodillas y se preocupa por que sus pequeños estén bajo la cobertura del Padre Celestial. No veas ninguna cosa como demasiado pequeña o simple como para que no merezca incluirla en tu oración, orar por los hijos debe abarcarlo todo.
“Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye”
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