Cómo acercarme a Dios luego de vivir lejos de Él

Cuando alguien me hablaba sobre acercarme a Dios, yo siempre le decía que yo no quería volver a ser cristiana. Así de simple. Eso era lo que respondía todas las veces que alguien se acercaba a hablarme de Dios por segunda vez, sí segunda vez porque soy de esas chicas que se apartó y le costó un tiempo regresar.

Si estás ahora en esa posición pero por dentro lo dudas, porque hay una parte de ti que en el fondo si quiere reconciliarse con Dios, sabrás que no es fácil porque una parte de nosotras se niega, otra tiene miedo, otra tiene vergüenza, otra no sabe lo que quiere, pero si entiende una verdad y es la que nos invita a reorganizar nuestras vidas y volver a empezar.

Si hoy no sabes cómo hacerlo, te contaré 8 pensamientos que transformarán tu visión sobre Jesús y los 5 pasos que dí para volver a acercarme a Dios y caminar confiada a su lado.

Y te lo contaré con base a mi historia real. ¡Aquí vamos!

Me bauticé cristiana a los diecisiete años después de venir de una familia católica no practicante, duré sólo dos años activa en esa iglesia.

A partir de ese momento viví muchas experiencias por diez años totalmente apartada, entre desafíos, nuevos trabajos, buenas decisiones y otras no tanto.

Luego vino la ruptura de una relación en la que no contaba con muchas herramientas para saber llevarla y caí en depresión.

 

Bienvenida a la adultez

Me alejaba conscientemente de cada cristiano que conocía, en el fondo sabía lo que me iban a decir y ya tenía mi respuesta preparada “no quiero dejar mi vida de ahora, no quiero volver a ser cristiana” y así continuar como quisiera.

Para hacerte la historia corta, a los veintiocho años era soltera nuevamente y un par de amigos supieron cómo convencerme, así que comencé a congregarme de nuevo, en el primer servicio y sentada bien lejos para no socializar, sólo escuchar.

Estuve en mi primer grupo de vida de chicas solteras rodeada de mujeres en santidad, todas hermosas, inteligentes, profesionales y súper femeninas. Me costó entender su estilo de vida, pero decidí adoptarlo.

 

Llegó la crisis existencial por primera vez

Fue un check list así:

  • Vida santa
  • Sin vicios
  • Sin groserías
  • Buenas relaciones
  • Nuevas amistades
  • Tiempo con Dios
  • Vestida acorde
  • La chica perfecta

Pero ¡AHHHHHHHHHHHHHHHH AUXILIO! Esa mujer no era yo y ¿Ahora?

Sabía que Cristo era lo que yo quería pero, ¿cómo? así que por sugerencia de mi mentora fui a una psicóloga que me ayudó diciendome:

“Tú no estás loca chica, lo que pasa es que aún no te conoces ni sabes lo que quieres”

Una verdad reveladora para mi alma dramática. Según ella me metí en un personaje de la cristiana modelo que tomé de todas esas chicas “inmaculadas” de mi iglesia a las que yo les llamaba “las chicas rosadas”. 

Hasta que ella misma me hizo ver y aceptar mi propio color, fue allí donde comprendí la diversidad de colores de la hermosa creación de Dios; para Él no sólo existe el rosado, sino también el rojo, el morado, el verde, el azul, el marrón y una infinidad de gamas que ve con el mismo amor.

Las sesiones con ella culminaron con este fabuloso mensaje:

– “¿Cuál es tu versículo favorito?”

– Colosenses 3:23 “… Haz todo con el corazón para el Señor y no para los hombres”

– “Entonces sé rojo para Dios”

 

¿Por qué no ser el rojo más hermoso e intenso para Dios? – Reflexioné.

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Sólo cuando te aceptas tal cual eres, entiendes la aceptación de Jesús

No tengo que pasar la vida en una constante lucha forzada intentando cambiar cuando Dios mismo se encargará de hacerlo, Él conoce mi pecado y mis luchas, incluso sabe si lo volveré a hacer y aun así me sigue amando. Pero  como no nos amamos de la misma manera a nosotros mismos, no entendemos su infinita e increíble forma de amar.

Sé que necesito cambiar, y quiero cambiar. De hecho, creo que Dios me está cambiando cada día, pero mientras eso sucede, no voy a rechazar lo que Dios acepta. Me aceptaré como soy ahora, sabiendo que no permaneceré así”. Joyce Meyer

8 pensamientos que debemos tener para entender la aceptación de Dios a pesar de nuestros errores:

Te daré 8 pensamientos que debemos tener para entender la aceptación de Dios, los tomé del libro de Joyce Meyer “¿Cómo tener éxito en aceptarte a ti mismo?” ese libro explica de un modo increíble lo que he estado experimentado en los últimos años:

  1. Sé que Dios me creó tal cual soy, y que Él me ama.
  2. Todos tienen faltas, por lo tanto yo no soy un completo fracaso simplemente por el hecho de que no soy perfecto.
  3. Trabajaré con Dios para superar mis debilidades, siempre habrá algo que tengo que superar; por lo tanto, no me desanimaré cuando Dios me haga ver áreas en mi vida que necesitan cambios.
  4. Quiero hacer feliz a la gente y deseo que me quieran, pero mi sentido de valor no depende de lo que otros piensen de mí.
  5. No me dejaré controlar por lo que la gente diga, piense o haga.  Aunque me rechacen totalmente sobreviviré. Dios ha prometido no rechazarnos y no condenarnos siempre y cuando sigamos creyendo.
  6. No importa cuan a menudo tenga caídas, no me daré por vencido, porque Dios sigue conmigo para fortalecerme y sostenerme.
  7. Dios tiene un buen plan para mí.
  8. ¡No soy nada y sin embargo soy todo! En mis propias fuerzas no soy nada, pero en Jesús soy todo lo que necesito ser. 

¡Me comprometí de nuevo con Él!

Una de las cosas que más extrañé luego de mi separación fue mi anillo de compromiso, así que me comprometí con el Señor con un nuevo anillo que compré como pacto personal con Él, diciéndole que por más pecadora que me sintiera nunca me volvería a apartar y aquí sigo imperfectamente amada por un Dios perfecto.

Eso fue lo primero que hice, comprometerme conmigo y con Dios aún a pesar de mis debilidades, luego le siguieron 5 pasos más.

DEVOCIONAL CRISTIANO PARA MUJERES

Jesús es relación, no religión

Aunque nuestra comunión con la iglesia es importante porque forma parte del plan de Dios y de experimentar el amor fraternal; hablando más de intimidad Jesús no es lo que otros hagan, todos somos parte de su cuerpo pero como humanos no lo representamos a Él, Jesús es más hacia la fe, hacia el amor, hacia la aceptación profunda y personal de cada ser humano, empezando por nosotros.

Cuando comencé a aceptarme y a verme como Dios me ve, mi manera de pensar y de ver la vida fueron cambiando con el tiempo, vivir en aceptación y agradecimiento me ha ayudado a sentir más paz. Mi amor propio se ha fortalecido y hoy amo más que nunca la persona que el Señor creó en mí.

Mis relaciones mejoraron, mi propósito de vida es más claro, mi carácter se ha ido trabajando entendiendo que no tengo el control para cambiar nada, sólo mi actitud hacia el ahora.

No soy la misma mujer que hace 10 años incluso tampoco la de hace un año atrás, tengo la disposición de cambiar, así duela. Y ese cambio comenzó dando 5 pasos significativos.

5 pasos que dí para volver a acercarme a Dios

Paso 1: Tratar de ser íntegros con nosotros y con Dios.

Integridad es no tener partes ocultas en nuestras vidas, es ser congruentes por dentro y por fuera, en privado y en público. Así nos avergoncemos debemos mostrar esas partes a Él porque aunque ya las conoce, le da mucho gusto que confiemos y que seamos totalmente honestos para ser transformados desde la raíz.

En esta etapa mi capítulo favorito de la Biblia es el Salmo 32, se llama “PERDONADO” y en él David habla de la hermosa satisfacción que da ser brutalmente sinceros con Dios para sentir libertad. 

Con el tiempo y con ayuda de personas que puedan orientarnos, esas partes oscuras comienzan a desaparecer y Dios comienza a usarlas para ayudar a otras personas que estén igual que nosotros.

No soy ni jamás seré inmaculada, acepté mis luchas en mentorización, con mis líderes, mis pastores, mis amigos, familiares y al aceptarlas han perdido fuerzas, mientras que aparecen otras, nunca dejamos de madurar.

“Nos cuesta mucho entender que Dios espera que nos demoremos en crecer espiritualmente.” Joyce Meyer

Paso 2: Hablar con Dios tanto como hablamos con nosotros mismos.

Nos pasamos el día entre  60.000 pensamientos con nuestra conciencia ¿Qué tal cambiar la dirección de círculos a verticales? contarle todo hasta lo que queremos ponernos ese día, nuestros miedos, nuestras picardías, los deseos, las recaídas, los antojos, hacerlo parte de cada segundo  y así se convertirá en un Dios mucho más cercano y amoroso.

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Paso 3: Escojamos un lugar y hora al día para encontrarnos con Él de una forma más especial.

Como una cita, a mí me gusta que sea en las mañanas en mi cuarto pero hay quienes tienen ese lugar especial en la cocina, en un jardín o en la sala. Ahora pongámosle un nombre que identifique ese tiempo, para mi es “Tiempo con Dios” me quedó de un devocional que hacíamos en mi iglesia, pero una amiga le llama “Mi cafecito con Dios” y durante ese tiempo se prepara café para estar un tiempo con Él.

¿Qué se hace en ese tiempo?

  • Escribir lo que llegue a nuestros corazones 
  • Orar más intencionalmente
  • Hacer una lista de oraciones por otros
  • Escuchar música
  • Alabar
  • Meditar 

 

Paso 4: Leer la Biblia diariamente y conocerlo más a profundidad.

Podemos intentarlo con una versión que sea fácil de entender, en mi caso me gusta mucho “Palabra de Dios para Todos” (PDT) y te recomiendo comenzar por un capítulo diario, a mí me ayudó mucho Eclesiastés aunque ¿sabes?  Ya había leído Mateo pero la última vez decidí hacerlo de una forma más estudiada, me encantó la nueva percepción que me dió de Jesús, quedé mucho más cautivada que antes, puedes intentarlo si quieres.

Paso 5: Vivir un día a la vez.

Poco a poco, paso a paso en re-descubrirnos, aceptarnos sin apuros y así poder conocer la sutileza de Dios y la felicidad que siente de volver a recibirnos, Él siempre supo que volveríamos, lo que pasa es que es muy caballero y nos deja elegir por nosotros mismos.

Todos los días soy transformada un poquito más, porque he decido tener la apertura para que eso suceda.

Hoy en día sigo soltera pero con una diversidad de amigos increíbles a los que intento demostrar con mis actos el amor infinito que siento por ellos en aceptación y acompañamiento, muchos de ellos dicen que soy una “cristiana medio loca” y eso me causa risa porque no me muestro perfecta e intachable, me muestro como quien soy, una chica vulnerable que aún a pesar de sus debilidades tiene una relación con Jesús muy sincera, sin máscaras y con errores (míos, no de Él, jamás de Él).

Eso no es una luz verde que me da el permiso de pecar, es más bien una manera de aceptar mi imperfección que poquito a poquito se va a ir mejorando.

Con los años se han presentado nuevas crisis pero ya no son espirituales, ser cristianos no es sinónimo de una vida sin problemas.

Aún así hoy me siento segura de que soy amada con todo por Dios y mi mejor manera de corresponder a ese amor es ser quien soy destinada a ser.

Escrito por Marielysa Castellano

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