Comunicar algo valioso tiene su truco…
Recientemente tuve la maravillosa oportunidad de compartir con mi hermana y mi mamá después de varios años ya que vivimos en países diferentes; salimos, cocinamos, nos reímos, pero sobre todo conversamos. Al escucharlas detenidamente, noté que, aunque las tres estábamos en diferentes etapas, teníamos algo en común: algo importante que decir. Al meditar esto, entendí que para nosotras las mujeres comunicar nuestras experiencias es una necesidad, pero más allá de eso, impactar positivamente a otros con nuestras palabras es parte de nuestro propósito.
No es casualidad, todas tenemos algo que decir. Lo importante es entender el propósito de lo que dirás.
En ese momento sentí que encontré la pieza que faltaba en mi rompecabezas. Te cuento: me encuentro en una etapa hermosa de mi vida, alcanzando metas que anhelaba desde hace mucho, algunas profesionales, y otras personales. A pesar de todo esto sentía que faltaba algo y ese algo era compartir.
Es importante compartir nuestras alegrías, pero aún más hermoso es motivar a otros a lograr aquello por lo que sueñan. No necesariamente porque ya lo hayas alcanzado todo, sino porque es genial saber que en este caminar de la vida podemos ir acompañadas y aprender unas de las otras.
Muchas veces callamos por creer que lo que queremos decir es insignificante, y en otros casos hablamos descuidadamente, sin saber que nuestras palabras tienen un impacto enorme en quienes nos rodean.
Conversar con otros, y principalmente llevar un mensaje determinado no es algo fácil, especialmente si no tenemos una personalidad tan extrovertida. Por eso quiero compartir tres puntos importantes que nos ayudan al momento de decir algo:
- Escucha cuidadosamente: Nuestra habilidad para hablar algo positivo e impactante, solo viene luego de escuchar intencionalmente, y con un corazón dispuesto a aprender. La mejor manera es escuchando a aquellas personas que admiras y quienes tienen experiencia en la comunicación, o incluso invirtiendo tiempo en una amiga cuando necesite desahogarse. Cuando estás dispuesta a escuchar, aún sin decir palabras, puedes no solo bendecir a quien escuchas sino, además, crecer personalmente.
- Observa tu entorno: Muchas veces pensamos que, por no estar en una tarima, o porque no somos conferencistas, no tenemos la oportunidad para decir algo. Pero si observas detenidamente a tu alrededor, siempre habrá una persona que necesita de tu palabra. Puedes comenzar con tu esposo, por ejemplo, al motivarlo antes de salir a trabajar, o una vieja amiga que hace mucho no llamas.
- Define el mensaje que deseas transmitir: Hay muchas personas que dicen algo, pero que no necesariamente traen algo positivo a la vida de otros. Por eso es importante discernir antes de hablar, es decir, entender el propósito de lo que dirás y qué mensaje quieres llevar. Por ejemplo, si tienes un reto laboral puedes enfocarte en compartir una solución más allá del problema. No olvides que siempre puedes acudir a Dios para que Él, en su sabiduría, sea quien te utilice al momento de hablar.
Hijo mío, presta atención a mi sabiduría; escucha cuidadosamente mi sabio consejo. Entonces demostrarás discernimiento, y tus labios expresarán lo que has aprendido.
Proverbios 5:1-5 (NTV)
En cualquier etapa en la que te encuentres, ya sea que estés descubriendo qué estudiar en la universidad, en plan de comprar una casa, buscando nuevos hábitos alimenticios, o mejorando tu carácter; tú tienes algo valioso que decir al respecto, pero, sobre todo, tú puedes apoyar a otra mujer en la misma situación para que juntas salgan adelante.
Escrito por: Myriam Ríos
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